lunes, 20 de junio de 2016

Permiso para usar los tests en investigación

Las responsabilidades de un investigador son diferentes si los tests tienen copyright o no lo tienen. En el primer caso el uso de los tests está sujeto a las restricciones impuestas por el titular de los derechos de autor. En el segundo, los tests suelen denominarse de libre acceso, y el titular de los derechos de autor ha concedido a otros el libre acceso a ellos.

 Los tests son elaborados generalmente por uno o más autores, por compañías públicas o privadas, o por empresas especializadas en la construcción de tests. En algunos casos los tests se construyen específicamente para un programa de investigación. Una vez construido, el autor del test es el titular de los derechos de autor y por tanto el test está legalmente protegido. Los derechos de autor protegen el título del test, los ítems, la estructura, el manual, las claves de corrección y las fórmulas de puntuación, y en algunas ocasiones otros materiales y componentes. La información sobre quién es el titular de los derechos de autor suele encontrarse en la primera página del manual y de las formas del test, o en la página web del test.

 El autor o autores del test son titulares del copyright salvo que éste sea transferido por un acuerdo escrito a otra persona o entidad, por ejemplo una editorial. Los autores de tests cuyas publicaciones en revistas incluyan el test completo (lo cual es poco frecuente), o algunos ítems, ceden el copyright de esos materiales publicados a la revista, salvo que se establezca en un acuerdo escrito que el autor mantiene el copyright. Empresas tales como editoriales, agencias de certificación, o consultoras, mantienen generalmente el copyright, aunque no siempre, y comercializan los tests ellas mismas o 5 mediante el contrato con otras compañías. Las empresas constructoras de tests son las titulares del copyright de las pruebas que elaboran.

 Los profesionales responsables de realizar o supervisar investigaciones en las que se utilizan tests deben de obtener permiso de quien posea el copyright antes de usarlos. Esto es válido tanto para el caso de los tests originales como para cualquier otro material que se derive de ellos, por ejemplo una versión traducida. Algunos titulares de los derechos de autor, por ejemplo investigadores universitarios, pueden conceder permiso para utilizar los tests con fines de investigación sin exigir cargo alguno. Otros titulares, por ejemplo autores o editores de tests, generalmente establecen un contrato con el investigador en el que se establecen las condiciones de utilización, tales como el tiempo de uso, el número de aplicaciones, la obligación de proporcionar al titular del copyright una copia de las publicaciones en las que se utilicen los datos, etc. El investigador debe de asegurarse de que el contrato no infringe las reglas que regulan la privacidad, u otras leyes y directrices éticas y deontológicas. El investigador debe cumplir el acuerdo firmado.

 El titular de los derechos de autor tiene el derecho de rechazar el permiso para el uso libre del test con fines de investigación. Esto se aplica tanto a las versiones originales del test como a la solicitud de llevar a cabo traducciones. Los titulares del copyright de un test también pueden negar permiso de uso para investigaciones que generan productos derivados, tales como traducciones. El titular de los derechos de autor no debería de estar en una posición que le permita decidir el tipo de investigación que se hace con sus instrumentos.

 Algunos tests son de uso público, de modo que todo el mundo tiene libre acceso a ellos. El trabajo de un autor es de uso público si él u otro titular del copyright han renunciado explícitamente a sus derechos de autor. Los tests de uso público se consideran una propiedad comunal y cualquiera puede apropiarse de ellos y utilizarlos sin el permiso del autor. En este caso los materiales del test pueden reproducirse, distribuirse, exponerlos públicamente, o desarrollar trabajos derivados de ellos. Los investigadores no necesitan obtener permiso para utilizar estos tests sin derechos de autor. No obstante, las buenas prácticas indican que cuando sea posible el investigador debería de informar a los autores sobre el uso del test, y reconocer al autor y a la fuente de publicación cuando presente sus resultados.

 Las versiones de los instrumentos para investigación se publican a menudo en revistas o en las páginas web de los autores. Cuando se publican en estos medios de libre acceso, los tests pueden parecer de uso público, sin embargo, por defecto, el autor es el titular del copyright hasta que ceda sus derechos a otra entidad, o dé un permiso explícito para su uso libre. Los autores de tests deberían incluir una declaración explícita sobre el uso libre de la prueba o las condiciones de uso para otros investigadores. Se aconseja a los investigadores que cuando no estén seguros acerca del copyright de un test consulten a su autor.

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